El Mensajero Audaz
Pandemia política
Actualizado: 10 may 2021
Han transcurrido más de seis meses desde que se declarase oficialmente la pandemia provocada por el virus SARS-CoV2, un tiempo suficiente que nos permite analizar en detalle cuáles son los números que arrojan las instituciones sanitarias y qué medidas se han tomado alrededor del mundo para prevenir los contagios, medidas que han sido dispares contra un mismo virus y que ponen de manifiesto que la pandemia es política, no sanitaria. Lo analizamos.

Primeros meses de pandemia
El día 11 de Marzo, la Organización Mundial de la Salud reconoce oficialmente que existe una pandemia provocada por el nuevo coronavirus SARS-CoV2 proveniente de Wuhan, China, y en España, el Gobierno decreta el estado de alarma tan sólo tres días después.
Desde ese momento comienzan a producirse reportes diarios de fallecidos por este nuevo virus en todos los medios de comunicación, y se obliga a los españoles a permanecer en sus casas, únicamente desplazándose para comprar alimentos, acudir a la farmacia o pasear al perro.
Se nos enseña a prevenir contagios con unas medidas tales como lavarnos las manos correctamente, mantener la distancia interpersonal, cubrirnos la boca en la medida de lo posible cuando las mascarillas no eran aún obligatorias, y utilizar guantes para evitar el contacto de superficies, unos guantes que a día de hoy nadie parece recordar. No se hace una sola alusión a cómo fortalecer el sistema inmunitario, qué vitaminas son buenas para prevenir el contagio, o qué alimentos tomar para evitar enfermar.
Si analizamos los datos que nos ofrece el Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo) en España, observamos que el pico de mayor mortalidad se produjo entre marzo y abril.

Recordemos que del total de fallecimientos que supuestamente se produjeron por COVID-19, dato indemostrable al no haberse producido autopsias, el 72% se produjo en residencias de ancianos. ¿Qué ocurrió en las residencias? Esta es una de las preguntas para las que aún no conocemos respuesta, aunque este servidor confía en que pronto salga a la luz la verdad. Además, el estudio preliminar llevado a cabo por el Jefe de Sección de Farmacia Hospitalaria en el Hospital de Barbastro (Huesca), estableció una clara relación entre la vacuna antigripal con el fallecimiento de ancianos por COVID-19. Pero este estudio no está impidiendo al Gobierno promover una campaña acelerada de vacunación contra la gripe. Próximamente comprobaremos si volveremos a enfrentarnos a una "segunda ola" de muertes por COVID-19 tras esta campaña de vacunación.
De fallecidos a contagiados
Con el descenso de fallecimientos diarios a partir de mayo, como hemos comprobado en la tabla anterior, los medios de comunicación comienzan a cambiar su discurso. Ya no hablan de muertes diarias, sino que pasan a hablar de contagios o de nuevos positivos. Unos positivos que se detectan mediante pruebas PCR. Pero, ¿podemos realmente contabilizar los positivos con pruebas PCR? En palabras del propio inventor de la prueba PCR, Kary Mullis, quien fue galardonado con el Premio Nobel de Química por este motivo, "la PCR en sí misma no te dice que estás enfermo, no te dice que lo que ha resultado vaya a causarte algún daño, no es para eso".
Entonces, ¿todas las personas que dan positivo a la PCR están contagiados, incluso si no tienen síntomas? Según la afirmación de Kary Mullis, obviamente no, pero con tal de mantener el discurso del miedo, que es lo que interesa, decidieron comenzar a utilizar el término "asintomático". Es decir, aun sin síntomas, una persona está contagiada si da positivo en PCR, aunque la PCR no fuera inventada para diagnosticar una enfermedad. Es más, no solamente puedes ser "asintomático", sino también "asintomático supercontagiador".
Escuchemos qué tiene que decir la OMS al respecto.
Y otros como el Dr. Anthony Fauci, médico estadounidense especializado en inmunología.
Pero no importa, porque el comité de expertos del Gobierno de España sabe más que todos ellos, y si dicen que hay "asintomáticos supercontagiadores", es que los hay. Los españoles nos hemos convertido en armas biológicas asintomáticas.
Las cifras en verano
Durante los meses de junio, julio y agosto, hemos tenido un bombardeo constante en los medios de nuevos casos, cada día más.
Acudiendo a las cifras oficiales proporcionadas por el Ministerio de Sanidad de manera diaria, podemos comprobar las cifras de casos que han precisado hospitalización, casos que han ingresado en UCI y de fallecimientos en los 7 días previos a cada informe.
A modo de ejemplo, vamos a analizar los datos relativos a la segunda y la cuarta semana de junio, julio y agosto, fijándonos especialmente en las dos columnas de la derecha, siendo estas las relativas a los datos de ingresos en UCI y de fallecimientos, que son los datos que deberían ser más relevantes para medir la gravedad de un virus que ha provocado una pandemia mundial.






Con estas cifras, pretendieron hacernos creer que los hospitales estuvieron colapsados y que fue necesario volver a instalar carpas para atender a más pacientes.
Pocos fueron los doctores que se atrevieron a decir la verdad, al menos públicamente en televisión, pese a la insistencia de los medios de comunicación por intentar difundir más miedo en la población. Este es el caso de Luis de Benito, quien no se cortó en afirmar cuál era la situación en el Hospital de El Escorial de Madrid durante una entrevista en TVE.
Distintas medidas contra un mismo virus
Dependiendo del país en el que te encuentres, observarás distintas medidas para prevenir el contagio del virus. Un virus que, de tratarse de una pandemia, debería comportarse de igual manera independientemente de en qué parte del mundo estés.
En España, la mascarilla se vuelve obligatoria a partir de mayo, aunque no haya ningún estudio que avale que las mascarillas funcionen en personas sanas cuando están en espacios abiertos, y sí existan médicos que se oponen firmemente a esta medida puesto que puede provocar más daños que beneficios, tales como dermatitis y hongos, entre otros. Incluso la OMS publicó un vídeo que aún se puede encontrar en su canal oficial, es decir, que aún le dan validez, ya que de lo contrario no estaría disponible a día de hoy, en el que no recomienda el uso de mascarillas en personas que no tengan síntomas puesto que no se ha demostrado que funcionen en personas sanas.
En países como Irlanda, Inglaterra, Francia, Alemania, Portugal, Dinamarca o Noruega, la mascarilla no es obligatoria en espacios abiertos, solamente lo es en espacios cerrados como por ejemplo el transporte público, tiendas o lugares de culto.
En Finlandia el uso de mascarillas es recomendado, pero no obligatorio, mientras que Suecia directamente ha aludido desde el principio a la falta de evidencias científicas sobre la eficacia de la mascarilla para prevenir la expansión del COVID-19 como argumento para no establecer su uso obligatorio.
Pese a tener las medidas más restrictivas de Europa, la situación en España parece ser la peor a día de hoy respecto al resto de países. ¿Cómo puede explicarse que dos países vecinos y con una cultura similar, como son España y Portugal, presenten unas cifras tan distintas si las medidas en España son más restrictivas? ¿Debemos interpretar que el virus entiende de fronteras? Y sobre todo, ¿la mascarilla realmente funciona?
Las personas que por su trabajo, o sencillamente porque pueden, han estado viajando por Europa, han podido comprobar de primera mano las diferencias en cada país. Un ejemplo lo encontramos, mismamente, en Fernando Alonso.
Entonces, ¿por qué sigue siendo obligatorio el uso de mascarilla en España, incluso en espacios abiertos y aun estando solo, si en otros países con mejores cifras de contagios no obligan a ello? ¿Acaso puede haber otros intereses en obligar a usar mascarilla?
Teniendo en cuenta que en España el IVA de las mascarillas es del 21%, y que el gobierno no provee de mascarillas a sus ciudadanos, pese a obligarlos a llevarla, sino que es cada ciudadano el que tiene que pagarlas de su bolsillo, no hace falta añadir mucho más. El negocio es redondo.
Pero el uso de mascarilla no es la única medida que está imponiendo el gobierno a sus ciudadanos. En el Boletín Oficial del Estado del día 19 de septiembre, para la gran mayoría pasó desapercibida la modificación de la Ley 29/1998 de 13 de junio, reguladora de la Jurisdicción Contencioso-administrativa, en los siguientes términos:

La pérdida de derechos y libertades justificada bajo la amenaza de un virus ya no es ninguna teoría de la conspiración. El Gobierno ha anunciado a través del BOE del 19 de septiembre que las autoridades podrán entrar e inspeccionar domicilios, locales, terrenos y medios de transporte aunque su titular se oponga a ello, y además, que corresponderá a los Juzgados de lo Contencioso-administrativo la autorización de las medidas adoptadas que las autoridades sanitarias consideren urgentes y necesarias para la salud pública e impliquen limitación o restricción de derechos fundamentales.
¿Segunda ola o fin de la pandemia?
Nuevamente, dependiendo de en qué parte del mundo te encuentres, verás una cosa o la otra.
En China han celebrado recientemente el fin de la pandemia con una ceremonia conmemorativa en Pekín. Concretamente en Wuhan, donde comenzó todo, los niños ya están yendo a los colegios con total normalidad y sin mascarillas.
En Estados Unidos, el gobernador de Florida ha levantado todas las restricciones de COVID-19 a los negocios, y a día 2 de octubre, el estado de Florida ha reportado la tasa más baja de positivos diarios en dos semanas, el 3,77 % de cerca de 72.000 pruebas realizadas, cuando el promedio de casos positivos de los últimos 14 días fue de 4,56 %.
En Bélgica las mascarillas han dejado de ser obligatorias mientras que Suecia se posiciona como un país cuyas medidas contra la COVID-19, que en ningún momento implicaron confinamiento o uso de mascarilla obligatoria, parecen marcar el rumbo a seguir para controlar la pandemia.
Sin embargo, España se mantiene como uno de los países con medidas más restrictivas, pese a mostrar peores cifras que el resto de países europeos, y nuevamente han confinado a la Comunidad de Madrid.
Volviendo a recurrir a las cifras oficiales, vamos a establecer una comparativa entre la situación de Madrid a finales de marzo, cuando la curva se encontraba en su pico más alto, con la situación actual, con el fin de poder afirmar si este confinamiento es realmente necesario.
Esta era la situación en la segunda quincena de marzo.

Esta es la situación en la segunda quincena de septiembre.


Mientras Madrid sufre un nuevo confinamiento, hospitales como La Princesa y Ramón y Cajal cierran plantas covid por la disminución de contagios.
Consecuencias catastróficas
Las consecuencias de adoptar estas medidas políticas contra este virus, que no del virus en sí, ya están siendo demasiado duras para la economía del país, y aún serán más catastróficas en los próximos meses. La crisis que se avecina en España va a hacer que la del 2008 parezca una broma, y es que los analistas ya hablan de la peor crisis económica desde la guerra civil. Parece que el sueño de George Soros está más cerca de hacerse realidad: "El destino que le espera a España es quedarse permanentemente en crisis".
Para finalizar este artículo, me gustaría recordar al lector que en el mundo mueren al año unos 56 millones de personas, y que a día de hoy, el número de personas que supuestamente han fallecido por COVID-19 en todo el planeta es de algo más de 1 millón, tras más de 6 meses de pandemia.
En 2019, antes de que toda esta crisis comenzara, se publicó la noticia de que cada dos horas y media se suicida una persona en España, y la OMS confirmó también en 2019 que son más de 800.000 las personas que se suicidan al año en el mundo. No hace falta decir que esta cifra no será la misma tras esta crisis sin precedentes que está dejando sin trabajo a millones de personas en nuestro país. ¿Saldrá esta noticia en los medios?
No hay duda. La pandemia no es sanitaria, es política.